Wayne Rainey: “el título se decidirá cuando uno de los dos cometa un error”

Wayne Rainey: “el título se decidirá cuando uno de los dos cometa un error”
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Aunque nos pueda parecer que este año la lucha por el Campeonato del Mundo de MotoGP está siendo muy emocionante, bien es cierto que situaciones muy similares ya tuvieron lugar en el pasado, concretamente a final es de los años 80 y principios de los 90.

En la época de 500 donde los pilotos norteamericanos y australianos dominaban con mano de hierro año tras año, los títulos no se daban por perdidos hasta que no estabas matemáticamente descartado. Además estos pilotos han seguido muy ligados a las marcas con las que corrían y hoy se les puede ver en los box de los equipos de fábrica en muchas carreras.

Por su experiencia y conocedores de cada una de las respectivas marcas, su juicios de valor cobran especial relevancia. Y es que nadie mejor que Kevin Schwantz para hablar de Suzuki, Mick Doohan para hablar de Honda o Kenny Roberts y Wayne Rainey para hablar de Yamaha. Con los dos pilotos actuales del equipo oficial en dura pugna por el título, Wayne Rainey sabe bien lo que es ganar o perder en situaciones muy parecidas así que nadie mejor que él para comparar las diferentes épocas, tal y como ha hecho en una reciente entrevista.

Wayne Rainey At Hockenheim 1989

Para ponernos en situación, en 1989 fue líder durante gran parte de la temporada para acabar perdiendo el título contra Eddie Lawson, lo que daría el cuarto título al piloto de Honda. En 1990, dominó con autoridad toda la temporada mientras que en 1991 el norteamericano y el australiano estuvieron luchando uno contra otro hasta la última carrera en Sudáfrica, donde se lo acabaría llevando de nuevo Rainey.

En 1992 fue a remolque y pudo conseguir la victoria tras la caída de Michael Doohan, aunque no sería hasta las últimas carreras. Por último en 1993, con un Kevin Schwantz muy maduro, acabaría lesionándose en Misano y con ello poniendo fin a su carrera deportiva.

Por lo tanto Wayne Rainey sabe perfectamente lo que es tanto liderar una temporada como perderla en los últimos compases, y también ganarla por no darse por vencido. Según su pronóstico, sobre el papel ve como ganador del título a Jorge Lorenzo pero los imponderables como las carreras en lluvia, las caídas provocadas por otro piloto, etc; pueden decidir la balanza para uno u otro lado.

Está claro que con la misma moto y los mismos neumáticos, la victoria será para aquel que o bien sea capaz de no cometer un error o bien, forzar a su rival para que sí lo cometa. Aunque de momento y con Marc Márquez todavía con posibilidades matemáticas de llevarse el título, ni Jorge Lorenzo ni Valentino Rossi tomarán excesivos riesgos. Pero puede que una vez quede definitivamente descartado se convierta en una lucha sin prisioneros.

Wayne Rainey 1992 Japanese Gp

Mi situación en 1989 fue muy distinta a la actual entre Lorenzo y Rossi. Aquél era mi segundo año en los Grandes Premios y el primero como líder de un equipo de fábrica, por lo que todo era bastante distinto a lo que está pasando entre Lorenzo y Rossi en este momento. Rossi tiene nueve campeonatos y Jorge también ha sido varias veces campeón del mundo. Yo estaba básicamente en mi segundo año enfrentándome a todo un tricampeón del mundo como Lawson en el mejor momento de su carrera. También estábamos corriendo contra Honda, así que éramos Yamaha, Kenny Roberts y yo, contra Eddie y el poder de Honda. El corría con neumáticos Michelin y yo lo hacía con Dunlop, así que la situación era completamente diferente.

Eddie estuvo recortándome puntos todo el año a medida que mejoraban su moto. Al final creo que todo se redujo a una cuestión de neumáticos y mi falta de experiencia, lo que me costó perder el campeonato aquel año.

Ahora la situación es distinta entre Rossi y Lorenzo. Los dos corren para Yamaha y ambos utilizan neumáticos Bridgestone; los dos han ganado en varias ocasiones el Campeonato del Mundo y corren en el mismo equipo con el mismo material, motos y neumáticos.

Lorenzo y Rossi deben forzarse mutuamente para el otro cometa un error. Creo que eso será lo que decida la situación. Será algo más psicológico que físico. Se decidirá cuando uno de los dos cometa un error.

Desde luego, Rossi no piensa “Oh, yo lideraba el campeonato y Lorenzo me ha alcanzado”. Creo que Rossi está exactamente donde quiere estar, por delante de donde esperaba. Lorenzo tiene ritmo, experiencia y determinación. Rossi tiene un fuerte deseo de ganar en este momento. Si tuviera que apostar lo haría por Lorenzo por una cuestión de ritmo, pero en las carreras de velocidad no siempre gana el piloto más rápido. Podría haber una carrera en lluvia, cualquier cosa puede pasar… Lorenzo hace muy buenas salidas, lo que le hace tener muchos menos problemas. Rossi necesita hacer mejores salidas. Estas carreras se pueden ganar o perder en las primeras vueltas. Hay que ganarlas desde el principio.

Cuando estás por detrás en la clasificación, vas persiguiendo a otro piloto e intentas superarle. En 1992 Doohan estaba dominando el campeonato y se lesionó, lo que abrió la puerta a que yo pudiera retener el título. Estuvo cinco o seis carreras sin correr, por lo que para mí era como correr contra un fantasma. Solía llamarle y decirle: “Hola, ¿cómo te encuentras? Te he recuperado otros 20 puntos, pero me gustaría que pudieras volver pronto”. Aquél fue un tipo distinto de campeonato.

Aquél caso fue un ejemplo de que hay seguir sin rendirse hasta el final porque en aquel momento pude recuperarme en la lucha por el título y ganarlo por apenas un par de puntos. Siempre hay que luchar hasta el último momento. La lucha por el título no acaba hasta que estás descartado matemáticamente.

En el 93 me enfrenté a Kevin Schwantz, que había cambiado totalmente su forma de encarar las carreras», continúa Wayne. «Entonces pensé que era un piloto más maduro y que su mentalidad de ganar a cualquier precio había cambiado. Era un piloto más duro. Fui capaz de recuperar en liderato porque en Donington Park él tenía una ventaja de 11 puntos antes de la carrera y en la primera vuelta fue derribado por Mick Doohan; yo acabé segundo y pude hacerme con el liderato. Después gané la siguiente carrera y a continuación tuve mi accidente.

Todo esto no tiene mucho que ver con estos chicos. Ellos se están fijando en este momento en que están empatados y les quedan siete carreras por delante. Para ellos es una cuestión de superar al otro en cada una de esas siete carreras. Quedan muchas carreras y mucha competición por ver; pueden pasar muchas cosas.

Después está el factor Márquez. Seguramente, esto está haciendo a los pilotos de Yamaha competir sin tomar excesivos riesgos que pudieran devolver a Márquez a la lucha por el título. Una vez Márquez esté matemáticamente fuera, quizá les veamos luchar más intensamente.

Vía | MotoGP

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