De Madrid a Marruecos en Vespino. Un viaje épico a 50 km/h en el ciclomotor más legendario que movió a España

De Madrid a Marruecos en Vespino. Un viaje épico a 50 km/h en el ciclomotor más legendario que movió a España
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Cuán épico es un viaje depende de muchos factores. No todo es el lugar al que te dirijas, sino también la moto con la que lo hagas y el espíritu y pasión que pongas en ello. Hay viajes que, sobre una trail de más de 100 CV son comodones, y molan. Pero nunca te dejarán el mismo sabor de boca que de hacerlo sobre una Vespino.

Javi es un madrileño que ha hecho un viaje épico de los de verdad. Este viajero restauró un Vespino SC, la puso bonita y equipada hasta los dientes para irse de Madrid a Marruecos con ella. Y el viaje está siendo toda una aventura de las que merece la pena contar, y que él ahce a través de YouTube.

Pequeñas cilindradas, grandes historias

Sacamos el móvil, ponemos Google Maps y calculamos la ruta desde Madrid hasta Marruecos... 1.300 kilómetros, 15 horas. En principio sería un viaje relativamente divertido y comodón sobre una trail asfáltica surcando la A-4 hasta allí abajo.

Ese podría ser el plan de la mayoría de aventureros en moto, no el de Javi. Él decidió hacerlo en Vespino, y eso supone tiempo, paciencia, mucha paciencia, maña mecánica... Y otras tantas virtudes que, los que han montado en Vespino más de 50 kilómetros seguidos, saben de lo que hablo.

Un viaje muy peculiar, con una media de más de 300 kilómetros por día y teniendo que parar a repostar cada 40 kilómetros, teniendo en cuenta el enano depósito de 3 litros del Vespino.

Tengamos también en cuenta que con un ciclomotor no se puede entrar en autovía. El plan de Javi era surcar carreteras secundarias desde Madrid: Toledo, Ciudad Real, Córdoba, Ronda y Algeciras. De ahí Javi dio el salto hasta el puerto de Tánger Med en un ferry. "Al verme bajar del barco se han puesto tan contentos que me pedían hasta fotos", cuenta el vespinero.

La preparación para este Vespino no es ninguna locura, pero va bien montado. La tiene con un cilindro y pistón Polini de 65 cc, un variador de la misma marca, muelles modificados, "escaporro pepino", como él dice, un carburador Amal de 16 mm y una caja de filtro nueva. Atrás la tiene con un doble amortiguador.

¿Por qué un Vespino? "Tengo motos de carretera y para viajar en el garaje, y podría usarlas, pero se me ocurrió la idea del Vespino porque se disfruta un montón del viaje, las carreteras secundarias, los olores, de la gente... No tengo prisa por llegar porque voy a 55 o 60 km/h porque no puedo dar más. No existe la prisa. Es un poco hippie pero para mí es brutal esta sensación".

Por el momento, y hasta la fecha, el vespinero ha llegado hasta Tánger, y todavía le queda camino por recorrer disfrutando de África. Ya ha sufrido alguna que otra avería, como una correa dada la vuelta o la tuerca del embrague rota. Desde luego, este un viaje de los que marcan época.

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