Triumph Speed Triple, definitivamente el tricilíndrico es un gran motor

Triumph Speed Triple, definitivamente el tricilíndrico es un gran motor
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Pues sí, esta es la conclusión a la que he llegado después de algo más de 500 kilómetros a lomos de la Triumph Speed Triple. Pero no quiero adelantar acontecimientos así que vayamos despacio y por partes.

Después de probar el buen comportamiento de la Triumph en ciudad, tocaba dejar que la moto inglesa me mostrase su buen planteamiento en carretera abierta. Metidos en carreteras nacionales con curvas de radio amplio y autopistas, observamos que la moto pisa tanto delante como detrás con mucho aplomo.

Mientras no entremos en las zonas de retirada de puntos, la protección aerodinámica es suficiente para ser una naked. El cuadro de mandos está muy bien situado y es capaz de quitarnos bastante aire. Tampoco os creáis que no vais a sentir nada, pero si menos que en otros modelos similares.

Triumph Speed Triple

Triumph Speed Triple, un cuadro de mandos ligero y completo

Hablando del cuadro de mandos, su lectura es perfecta. Tanto el cuentarrevoluciones como el velocímetro situado debajo en una pantalla digital nos muestran la información de un vistazo. Incluso tenemos a la derecha una serie de LED programables para ayudarnos a cambiar cuando nos acercamos a la zona alta del cuentavueltas.

A la izquierda, un gran display digital con ordenador de a bordo nos obsequia con consumos parciales, instantáneos, velocidad máxima... Su único pero son unos botones de accionamiento no del todo intuitivos y que nos obliga para algunas operaciones a usarlos de dos en dos, lo que es bastante difícil en marcha y con guantes. Además, su protección de goma es bastante dura y nos constará un poco cogerle el tacto.

Triumph Speed Triple, motor lleno a cualquier régimen

Entre curvas es donde la Triumph Speed Triple se encuentra más cómoda. Es muy ágil para el peso que tiene (unos 217 kilos en vacío) y a poco que uses el manillar con decisión podrás llevarla de un lado al otro en un suspiro. Sus suspensiones son muy firmes, diría que incluso en la moto probada estaban un poco rebotonas por lo que le vendría bien apretar un poco los hidráulicos ya que soltando frenos, la horquilla volvía de una forma muy viva. Pero esto es cuestión de gustos, nada que no pueda resolver la regulación en tres vías de la que disponemos.

Triumph Speed Triple

La altura disponible al suelo es más que suficiente en carretera y su asiento nos permite movernos con facilidad sobre él. Únicamente me pareció un poco duro ya que con el paso de los kilómetros mis posaderas empezaban a quejarse. O más concretamente, más que duro me pareció que en algunas zonas el acolchado era un poco escaso y se notaba el plástico inferior. Si os pasa como a mí, disponéis de un asiento de gel en opción. El resto de la postura es muy cómoda puesto que ni las muñecas ni las rodillas notaban el paso de los kilómetros.

En cuanto al tricilíndrico de la Triumph Speed Triple es una auténtica pasada. Definitivamente posee lo mejor de los dos cilindros (el par y potencia en bajas) y la patada y estirada de un cuatro cilindros en altas vueltas. Esto te permite realizar una conducción relajada o al ataque según te apetezca.

Durante la prueba, rodé junto a lector Pitbull, que posee la Honda CB1000R que hace tiempo probamos en Moto22 y donde más se notaba el poderío de su motor era en la salida de las curvas, traccionando mucho mejor y recortando metros a la Honda a pesar de salir con el motor a cuatro mil vueltas escasas.

Triumph Speed Triple

Entre curvas y comparándolas, las dos aceleraban prácticamente igual pues tanto su peso y su potencia son similares (unos 130 CV) pero el poder salir de las curvas sin tener que estar tan pendiente del cambio la hacen un poco mas cómoda frente a su rival japonés.

A la hora de detenerse, tanto la bomba como las pinzas de anclaje radial funcionan sin problemas. Es muy potente aunque con el tacto un poco tirando a esponjoso. Y está hecho para manos grandes porque con la maneta en la regulación más alejada casi no llegaba yo a ella de forma cómoda y eso que tengo una mano tamaño XL.

El que es una delicia es el freno trasero. Dosificable, potente y difícil de bloquear. De los mejores frenos traseros que he probado en una moto de calle. Puedes utilizarlo sin miedos que te ayudará a frenar la moto en menos metros manteniéndola en todo momento estable.

Hasta ahora me ha convencido pero, ¿también servirá para llevar a alguien atrás? El viernes veremos.

Continuará...

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