Ducati Tour, Moto22 volvió a estar allí (2/3)

Ducati Tour, Moto22 volvió a estar allí (2/3)
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Llegaba el turno de subirme a una Ducati Monster 1100S. Esta se podría considerar mi primera experiencia con el monstruo si no contamos algunos paseos esporádicos con una 620i Dark hace años. Aunque de aquella, con muy poca experiencia en las dos ruedas, fue meramente anecdótico. Como es la moto de Héctor, seré breve y conciso. Nadie mejor que él para comentaros las virtudes y defectos del modelo.

La Monster sigue siendo una Monster desde que salió al mercado, y esta no se sale por la tangente. Chasis multitubular, depósito alargado, manillar adelantado. Los escapes, situados en la parte superior, tienen una forma bastante peculiar tipo megáfono. A mi la verdad, es que no me acaban de convencer y me da la impresión de que su acabado no encaja con el resto de la moto.

El cuadro de mandos, completamente digital, está protegido detrás de una pequeña cúpula. En mi caso sólo evita que no le dé el viento a la llave, porque agachado, la cabeza la llevo más adelantada que el resto de la moto. Está bien si quieres saber si se te ha fundido el faro.

Ducati Monster 1100S

Sinceramente, su postura no está hecha para gente de mi tamaño. El cuerpo muy adelantado, con los brazos abiertos en busca del manillar, mientras que unas estriberas retrasadas, hicieron que a los pocos kilómetros se me empezasen a cargar las muñecas. Entre que yo no estoy acostumbrado a ir así en la moto y los cuatro kilómetros de descenso fuerte del recorrido, hicieron que empezase a buscar apoyos con las piernas contra el depósito.

Con esto no quiero decir que sea incómoda (no desearía el peso de Stoner sobre mi cabeza), pero si más que otras motos naked de manillar ancho. Esta postura también hace que los relojes te queden muy cerca del cuerpo, por lo que tienes que bajar mucho la vista para poder verlos. El velocímetro, pequeño, me costó encontrarlo al principio.

El recorrido estaba húmedo, por lo que no invitaba a hacer diabluras. Mejor tomárselo con calma, más con la patada a bajas vueltas que tiene este motor. A la salida de algún garrote se notaban ligeras pérdidas de tracción.

Ducati Monster 1100S

Una vez enderezada, el sónido ronco y empuje del motor abriendo con ganas es impresionante. Eso si, por debajo de 2.500 vueltas hay que tener cuidado, porque los traqueteos son constantes si llevamos el puño del gas abierto a tope. Típico de los bicilíndricos.

La moto es muy rígida y percibes todos los baches de la carretera. La zona por la que nos movimos tenía un asfalto sin baches, pero con carreteras en malas condiciones, da la impresión de ser un poco rebotona. Eso si, es bastante ágil en carreteras de curvas de radio medio, con una trazada imperturbable.

Ducati Days

Los frenos son muy potentes. La bomba radial junto con las pinzas radiales tienen un tacto muy bueno y dosificable. Suavemente y con un dedo detienes la moto donde quieres. Tal como me gusta a mí.

Ya llegamos al inicio del recorrido, y nos tocaba dar otra vuelta. Me apetecía hacer el gamberro. ¿Qué tal con una Hypermotard?

Continuará...

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