BMW K 1300 R, la toma de contacto

BMW K 1300 R, la toma de contacto
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Después de disfrutar de la K 1300 S, la K 1300 GT y de las maravillosas vistas de la ciudad de Toledo, llegaba el momento de regresar a Madrid. Teníamos la opción de hacerlo siguiendo la ruta de ida al revés o por la autovía A42 de forma directa. Como los viernes por la tarde suelen ponerse bastante complicados de tráfico, decidí hacerlo por el camino más rápido.

La moto que me tocaba era la última de los tres modelos K 1300, la R. Esta naked me había enamorado desde que salió al mercado la versión 1200, y no había tenido la oportunidad de echarle el guante hasta ese día. Le tenía ganas.

Respecto a la 1200, la nueva K 1300 R cambia en aspectos como las llantas, que tienen un nuevo y espectacular diseño, la carrocería que ha sido rediseñada en partes como el protector del radiador, el escape que ahora es más corto y en forma pentagonal o el cuadro de instrumentos.

Estos sutiles cambios, y la incorporación de la óptica trasera de leds y plastico transparente, permite a la K 1300 R mantener ese aspecto agresivo que ha cautivado a 1.395 usuarios que han comprado la anterior versión. Además equipa de serie los puños calefactables y el ordenador de a bordo, un punto más a su favor.

El motor de la K 1300 R sube 10 caballos de potencia respecto a su antecesora, fijándose la potencia máxima en 173 caballos a 9.250 revoluciones, mil más abajo que en la 1200. Además el par motor aumenta también considerablemente, pasando de 127 a 140 Nm a 8.250 revoluciones.

Con estas cifras, la K 1300 R tiene todos los argumentos para convertirse en una auténtica rompecuellos ya que la ausencia de protección aerodinámica es una de sus principales señas de identidad.

Salgo del Parador de Toledo disfrutando de las curvas que rodean la ciudad. Aunque el ritmo era tranquilo, ya en esos primeros momentos noté que la R era mucho más ligera que los otros dos modelos de la gama K 1300. Su peso es de 243 kilos, solo nueve menos que la S, pero se nota la ausencia de carenado en la parte delantera a la hora de afrontar las curvas.

Tuvimos oportunidad de rodar entre el tráfico urbano por delante de la estación de tren de Toledo, y la verdad que la R se mueve bien entre los coches, aunque su escaso radio de giro y las largas dimensiones no la convierten en la mejor moto para hacer maniobras complicadas. Es más una moto urbana y semiurbana diseñada para ser la reina de las calles anchas, con unas aceleraciones y recuperaciones que pueden dejar en ridículo a cualquier otra moto de gran cilindrada.

Pronto enfilamos la autovía A 42. El motor, al igual que en la S, tiene mucho genio y empuja una barbaridad, sobre todo si lo estiramos. En la parte alta del cuentarevolcuiones los 175 caballos de potencia te catapultan en un momento a velocidades cercanas a los 200 kilómetros por hora.

Bajé entonces la cabeza, pegándola al depósito de combustible y le di al mango con ganas. La unidad de pruebas llevaba el sistema de cambio asistido, que ya había probado en la S, pero que ahora probé con más ganas.

Gas a fondo, le das a la palanca de cambios para arriba y él solo se encarga de cortar gas y engranar la siguiente marcha sin tener que tocar el embrague. Es impresionante este sistema, que recomiendo a todos los que quieran tener sensaciones fuertes. Es lo más parecido al cambio secuencial de un coche deportivo que he probado. Las aceleraciones utilizando el cambio asistido son espectaculares, y el sistema, que cuesta 421,10 euros se comporta de maravilla.

El viento inevitablemente golpea contra el casco, y la cabeza tiende a irse hacia atrás como es lógico en una naked de gran cilindrada, pero la K 1300 R incita a correr. Las curvas amplias de la autopista se pueden tomar a un ritmo realmente frenético, al igual que en su hermana la S.

El recorrido entre Toledo y Madrid lo hicimos un grupo de tres motos en un abrir y cerrar de ojos en el que las K 1300 nos demostraron todo su potencial, que os aseguro que sorprenderá incluso a los pilotos acostumbrados a motos de gran potencia.

La K 1300 R, costará 15.750 euros, y estará disponible en colores negro, naranja o gris metalizado. Como accesorios, se puede equipar con piezas de carbono HP, un cockpit deportivo que nos dará datos de tiempos por vuelta, revoluciones, velocidad máxima y demás para los que la usen en circuito, y otros accesorios como las llantas forjadas o el escape deportivo Akrapovic, que hará que su sonido se convierta en auténtica música para todo el que lo escuche.

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