¡Pillado! A lo de este chino no lo llames amor por las motos, llámalo mecanofilia furtiva

¡Pillado! A lo de este chino no lo llames amor por las motos, llámalo mecanofilia furtiva
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Hemos dejado San Valentín atrás, pero nunca está de más recordar que el amor es ciego, no entiende de distancias, sexos o razas. El amor mueve montañas, el amor todo lo puede, el amor es así... lleno de topicazos, así que no le des más vueltas. Ni siquiera cuando veas el siguiente vídeo en el que el amor trasciende las barreras de la humanidad.

Un scooter, un rincón y un chino. No, no es un chiste

Sí, efectivamente. Eso que has visto no es una escena de una película con clasificación +18. Se trata de la cámara de seguridad de una tienda de motocicletas en China, donde un hombre cayó preso de los encantos de un scooter impoluto y no le quedó más remedio que dar rienda suelta a sus instintos más básicos.

Pese a lo tórrido de la situación el caso es que el tipo parece tomárselo con mucha calma, tanta como para replantearse la situación un par de veces, vestirse porque creyó que alguien se acercaba, recolocar la moto en un lugar aún menos visible y continuar con lo suyo, no vaya a ser que se quedase en un coitus interruptus.

Moto Amor1

Desconocemos qué es lo que había en la cabeza de ese hombre en aquellos momentos, si para él era algún tipo de prueba de conducción, si finalmente le gustó, quedó satisfecho y se la compró, si dejó su firma para otro cliente o si fue algún tipo de apuesta perdida con alguien.

Seguramente lo más probable es que este personaje sea uno de esos que sienten un especial aprecio por determinados objetos inanimados conocido como mecanofilia. Una parafilia de la que ya hemos hablado en alguna ocasión y que incluso llevó a un británico al calabozo por mostrar demasiado cariño por una Suzuki GSX-R en plena calle.

¿Qué es la mecanofilia?

Este chino calentorro que ha dejado su amor sobre un scooter indefenso es mecanofílico. Como seguramente él no sepa lo que quiere decir esa palabra se lo vamos a explicar, por si resulta que lee Motorpasión Moto.

La mecanofilia es una filia, una atracción especialmente intensa por algo, lo que sea (desde coleccionar motos clásicas hasta tener la casa ordenada), a la que se le añaden tintes sexuales y esta atracción se acaba expresando de manera física. No hablamos de mantener sexo EN un coche con otro ser humano (o consigo mismo, rollo forever alone), sino de mantener sexo CON un coche.

Además a esta parafilia mecánica habría que añadir también tintes de exhibicionismo, porque posiblemente al probador de motos chinas le de un extra de gustirrinin eso de hacerlo en lugares públicos con el riesgo añadido de que puedan pillarle.

Apenas hay información sobre esta expresión amorosa por considerarse algo negativo, pero lo cierto es que detrás de ella no hay ningún tipo de trastorno mental. Edward Smith confesó públicamente haber dado amor a más de 1.000 coches y considerar a su Volkswagen Beetle el romance de su vida.

O el caso de Nathaniel, un americano que "mantiene una relación emocional y sexual con su coche" como has podido ver más arriba y que se le ocurrió la feliz idea de confesárselo a su padre delante de las cámaras de televisión.

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