Lambretta Locomociones, la fábrica de Lambretta en España

La casualidad es algo que en ocasiones lleva a que se produzcan hechos memorables. En el inicio de la historia de este libro encontramos una casualidad, justo cuando en enero de 2014 en el correo electrónico del Club Lambretta España llega un mensaje procedente de la empresa FOAT indicando que tienen en su archivo una serie de negativos de fotos originales de la fábrica de Lambretta Locomociones en Eibar.

Gracias al excelente hacer de la junta directiva del club, este pudo comprar los 78 negativos y dar el siguiente paso, que era compartirlos con el resto del mundo a través de un libro tan excelente que nos dejó a muchos con la boca abierta la primera vez que lo tuvimos en nuestras manos. Un trabajo ingente realizado con mucho tesón por parte de los integrantes del club y que ve ahora la luz en forma de un libro de casi 300 páginas en el que se cuenta la historia de aquella fábrica desde su creación, durante su vida y hasta su desaparición en los años ochenta del siglo XX.

El libro incluye, además de las fotos originales propiedad del Club Lambretta España, catálogos de la época, fotos de archivo e incluso reproducciones de los planos originales de la fábrica. Los textos están escritos en castellano, euskera, inglés e italiano. Pero por encima de todo destacan las fotografías rescatadas del archivo, en las que se ven escenas de la fabricación de los Scooter, zonas de almacén de la propia fábrica y las oficinas.

La calidad de la impresión y los materiales utilizados en este libro son de gran nivel. Y justifican hasta el último euro del precio oficial que podréis ver en la web que tiene el propio Club Lambretta España que es el encargado de su comercialización. Porque pagar menos de 45 euros por un libro así a mi me parece una ganga. Si de verdad eres un apasionado de este tipo de motos y te interesa la historia industrial de España, este libro no puede faltar en tu biblioteca. Y no dejes pasar mucho tiempo porque sólo hay 1.500 unidades numeradas que se venden como si fueran rosquillas.