Bari Bari Machine, una revista de las de antes

Bari Bari Machine, una revista de las de antes
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El otro día, tras hablar de la serie manga Bari Bari Densetsu, Pelayo, me puso en la pista de una revista que existía en Japón hace muchos años y que contaba con un nombre muy similar, concretamente aparecía traducida como Bari Bari Machine y tras pasar todo el fin de semana rebuscando por internet, ya os puedo contar un poco más sobre ella porque podemos considerarla “la revista para quemados” por excelencia.

Los viejos del lugar nos acordamos de tener entre nuestras manos ejemplares míticos de revistas españolas en las que hoy eran auténticas locuras de reportajes pero que de aquella, aunque ilegales, estaban socialmente aceptadas. Enfrentamientos a alta velocidad contra el AVE, contra un Porsche, subir y bajar a Francia con una Yamaha Fazer de primera generación “a fondo”, y otros capítulos míticos. Pero como suele ocurrir, siempre hay alguien que lo lleva más allá, al extremo. Y precisamente eso es lo que consiguió la gente que hacía Bari Bari Machine.

Bari Bari Machine, cuando los motoristas se adueñaron de las carreteras

Bari Bari Machine

Decíamos el otro día con Bari Bari Densetsu que, el manga provocó un fenómeno social ya que los lectores de aquella época, se lanzaban a la carretera a poner a prueba sus motocicletas y también a ellos mismos. Paralelamente surgió la revista Bari Bari Machine (バリバリマシン), que también tuvo otras denominaciones como BBM o Barimashi.

Tras ver las palabras Bari Bari ya escritas en demasiadas ocasiones, pasé de traducciones adaptadas y me fui a buscar algo más literal. Tras un par de vueltas encontré que Bari Bari viene algo así como a decir algo así como que “uno es increíble”. La revista por lo tanto se titularía, dentro de nuestras fronteras, “Máquinas Increíbles”.

Y es que de aquella, las máquinas que existían en Japón y de las que unas pocas nos llegaron a España, eran verdaderamente impresionantes. Auténticas joyas de ingeniería de dos tiempos (125/250) y de cuatro en los míticos modelos de 400 cc, réplicas exactas de sus hermanas mayores pero que no tenían nada que envidiarles ni en parte de ciclo ni en prestaciones.

Bari Bari Machine

La revista se publicó entre 1986 y el 2002. Tras el cambio de siglo, las presiones sociales hicieron que fuese inviable y tuvieron que cerrar. Pero en esos 16 años dejaron una huella imborrable, como ocurrió en España con esos ejemplares míticos de Motociclismo, Solo Moto o SoloMoto30.

¿Qué se podía leer en aquella revista? Pues lo que nos gustaría a todos los que tenemos combustible en nuestras venas. Los editores se iban desplazando a distintas prefecturas donde entrevistaban a los motoristas que allí había (normalmente que juntaban en grupos, motoclubs para que nos entendamos). Además de hablar de sus carreteras locales y de sus motocicletas, les hacían fotos mientras realizaban pasadas en las curvas. Se montaba literalmente un espectáculo de gasolina, olor a aceite, neumáticos y plegadas. Imaginaros que hace años una revista se va hacía la Cruz Verde, o La Rabassada o (pequeño homenaje para los del norte) al Pedrosu. Sería la locura.

Bari Bari Machine

Pero es que todavía llegaban más allá porque los lectores y aficionados podían mandarles sus propias fotos, apareciendo luego en la revista y con unos cuadros de color al lado de cada foto. ¿Y sabéis lo que eran aquellos cuadros? Puntuaciones que ponían la propia revista en función de la inclinación, el estilo, etc. Los cuadros arrancaban en el blanco e iban hasta GP pasando por el amarillo, el rojo, con un uno, etc. En la captura superior podéis ver estas marcas al lado de la foto.

¿Cuánto éxito tuvo Bari Bari Machine? Inmenso, un éxito inmenso. Tanto que incluso llegó a patrocinar la primera temporada de Nobouki Wakai en el Campeonato del Mundo de 125 en 1991, quien fallecería trágicamente dos años después en el Gran Premio de España.

Bari Bari Machine

Es bastante complicado encontrar mucha información sobre esta revista, más allá de pequeños homenajes que han hecho algunos aficionados escaneando los ejemplares que tienen por casa. Para los ávidos de fotografías de época impresionantes, con tumbadas de scooters y otras motos que quitan el hipo, os dejo con un vídeo así como este enlace a Hashiriya en el que tenéis un montón de revistas escaneadas además de las localizaciones o vídeos de las carreteras en las que se reunían por aquel entonces los más “zumbaos” de Japón.

Nosotros seguimos trabajando en otros artículos raros como estos de curiosidades traídas del país del Sol Naciente.

Gracias Pelayo por la pista. Espero que con la información que he podido sacar y enlazar, mañana vayas con una sonrisa al trabajo.

Más información y fotos | Hashiri Vídeo | Youtube

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