Protégete: usa casco. Parte 2

Protégete: usa casco. Parte 2
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Bueno, segunda parte de esta serie de artículos para concienciar a los imprudentes. Como en todas las cosas, esto también va a ir ascendiendo a medida que vayamos siguiendo las partes. Ahora no valdría de nada comentar los tipos de cascos integrales que existen siendo que, en su mayoría, los jóvenes no van a usar nunca cascos “cerrados”.

Lo básico creo que va a ser hablar sobre los cascos homologados. Sobre cómo tienen que ser y sobre en qué tenemos que fijarnos para saber si está homologado o no.

La homologación es la base de todo. Un casco que no esté homologado no nos sirve de nada pues no ha pasado los respectivos controles de calidad para asegurarnos que, dentro de lo que cabe, pueden evitar lesiones graves en nuestra cabeza. Para llevar un casco que no esté homologado no hace falta ni que lo llevemos… La sanción por parte de la policía va a llegarnos igual si es que nos pillan, y si nos caemos, pues no va a valernos de nada porque, posiblemente, al más mínimo golpe va a romperse y el segundo impacto va a ir de lleno sobre nuestra cabeza.

Cuando decidamos adquirir un casco debemos fijarnos que, en su interior, aparezca una etiqueta cosida o, en su defecto, pegada al forro, donde refleje que está homologado según la normativa europea ECE22. Lo más rápido es mirar si por alguna parte se ve, normalmente en grande, E9. Es la señalización, para España, que indica que el casco cumple las normativas de seguridad mínimas para protegernos. De verdad, para comprar un “quita-multas” que ni siquiera esté homologado… no compréis nada.

Una vez que tenemos claro que el casco que queremos comprarnos es homologado deberíamos probárnoslo en la misma tienda. Fijarnos, sobre todo, en que se nos quede firmemente fijado a la cabeza, pero claro, sin que éste apriete demasiado y pueda producirnos molestias con el tiempo de uso. Hay que tener en cuenta que el casco no va a ser algo que te pongas y al minuto te lo vayas a quitar. Hay que ser conscientes de que siempre que vayamos encima de nuestra moto tendremos que llevarlo puesto, y por tanto, tenemos que buscar la comodidad por encima de todo.

La correa de sujeción, sobra decir que hay que llevarla siempre abrochada, y aparte de esto, mirar también a la hora de comprarlo que no nos molesta y que vamos cómodos con el casco puesto y esta correa perfectamente abrochada, fijada y anclada.

En caso de que nos decidamos por un casco que lleve pantalla tenemos que procurar que ésta lleve tratamiento anti ralladuras y, si es posible, también anti vaho. Esto va a hacer, respectivamente, que se eviten las mayores marcas posibles en la pantalla, para que así, no nos dificulte la visión a través de éstas; por otra parte, que no se nos empañe la pantalla por el aire que desprende nuestra nariz cuando llevemos la visera bajada. Es muy recomendable.

Casco tipo "Jet"

Los tipos más básicos de cascos que podemos encontrar son los “Jet” o “Semi-Jet”. Ambos son recomendables para trayectos urbanos, pues tienen un campo de visión muy amplio y ayudan a que el aire, a velocidades bajas, pueda darnos levemente en la cara y así poder tener una sensación de confort mayor que con cualquier otro tipo de casco “cerrado”. Sin embargo, éstos son poco recomendables para trayectos interurbanos, pues sus propias entradas de aire y su falta de recubrimiento facial pueden hacer que, a velocidades más altas, sea incómoda la circulación con ellos. Además, claro está, de cubrirnos mucho menos en caso de caída.

Casco tipo "Semi-jet"

Y bueno, por esta parte creo que es suficiente. Creo que los conceptos básicos están explicados y, sin meternos en temática específica, dejaremos otros temas para posteriores partes.

Espero que todo esto esté siendo de interés para vosotros. ¡Hasta la próxima parte!

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