Protégete: usa casco. Parte 1

Protégete: usa casco. Parte 1
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Una vez comprada nuestra moto, o incluso previamente a su compra, toca la parte más importante de todas: adquirir las protecciones adecuadas. Entre ellas se pueden encontrar, por ejemplo, pantalones de cordura con materiales anti abrasivos que nos protegerían, en caso de caída, de cualquier rozadura contra el asfalto; chaquetas, también de cordura, que actuarían de igual forma que los pantalones, pero en la parte superior de nuestro cuerpo; las mismas prendas, pero en cuero u otros materiales impermeables (todo va según gustos); además, también podemos encontrar guantes, para protegernos las manos, y cascos.

En esta serie de artículos vamos a centrarnos, sobre todo, en los cascos. Dejando paso, en el último artículo de la serie, a recomendaciones sobre otro tipo de protecciones.

¿Por qué la mayor parte de esto irá enfocada a los cascos? Pues muy fácil: éstos pueden salvarnos la vida en cualquier momento, pese a que haya algunos jóvenes que ignoren esto, o en el peor de los casos, hagan caso omiso a las recomendaciones de tantas y tantas personas.

Supongo que, en cierto modo, hago esto para concienciar a esos imprudentes que pasan de llevar casco y que, posteriormente, cuando están en una sala de un hospital, a punto de entrar a un quirófano, se arrepienten de su brutal imprudencia. A esa gente que ves por la calle con una moto que mete incluso más ruido que una Harley-Davidson de las de hace años y llevan el casco posado en la cabeza, por encima de las orejas (que por cierto muchos las llevan dobladas y parecen Dumbo) y apoyado en la nuca.

Algunos pensaréis que esos jóvenes que no llevan casco tampoco llevan otras prendas como chaquetas, guantes o pantalones con protecciones. Y la verdad, sí, tenéis razón si lo pensáis, pero a mi modo de ver, es diferente una cosa de otra. Una chaqueta o un guante puede hacer que no te rasques contra el asfalto, o similares, pero un casco puede protegerte la cabeza y cuello de una muerte súbita. Creo que hay diferencias notables.

En esta primera parte no voy a entrar en materia, pues creo que lo mejor es dejarlo como introducción y que cada cuál opine si, tras ésto, cree que será positiva su lectura o no. Quizá aún así haya gente que crea que puede que esta serie de artículos toque su susceptibilidad y prefieran no leerlo. Así que por y para ellos dejaré esto así.

Nos vemos en la siguiente parte todos aquellos que deseen seguir leyendo.

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