Prueba de la Vespa S 125 (1/4)

Prueba de la Vespa S 125 (1/4)
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Ya estamos en junio, y aunque este año debido al mal tiempo parece que todavía no ha llegado ni la primavera, para nosotros si lo ha hecho. ¿Porqué? Pues porque hemos probado la Vespa S 125, una pequeña moto de aspecto retro que indudablemente está inspirada en la clásica Vespa Primavera que marcó una época en los 70, y que hoy se ha convertido en una de las clásicas más valoradas de la marca de Pontedera.

Cuando fui a recoger la Vespa S 125 para hacerle la prueba, me la encontré en la puerta del concesionario rodeada de otras scooter de Piaggio. Ahí estaba ella, toda "chula", apoyada en su pata lateral un poco inclinada, resaltando por encima de sus compañeras de aparcamiento por su porte, su elegancia, aspecto retro y su color blanco. La Vespa S es una moto "fashion", una moto de esas que gustan a todos los que acostumbran a ir siempre a la última, ya que lo retro está de moda.

Vespa S 125

Si nos paramos a analizar detenidamente la Vespa S lo primero que llama nuestra atención es su pequeño tamaño. Con solo 1,8 metros de largo y 740 milímetros de ancho, la Vespa S se perfila como la moto perfecta para moverse de forma ágil en el tráfico urbano. El faro delantero de forma rectangular con el borde exterior cromado le da ese aire antiguo que la hace inconfundible. Detrás de él, en el manillar se encuentra el cuadro de instrumentos formado por dos relojes, uno grande que nos indica la velocidad y otro pequeño para la gasolina. Debajo una línea de indicadores rectangulares perfectamente alineados junto con un sencillo reloj digital acaban de conformar un sencillo cuadro de instrumentos cromado que perfectamente podría pasar por el de una moto de hace 20 años.

Continuará...

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