El día que una moto con veinte años sacó los colores al resto en las 24 Horas de Le Mans

El día que una moto con veinte años sacó los colores al resto en las 24 Horas de Le Mans
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De nuevo mis amigos chalados del sur me hacen llegar una historia de esas que te cautivan desde el minuto uno. Y es que en contra de lo que podríamos pensar, no siempre lo actual es mejor, como así lo demuestra la aventura que os traemos hoy en la que una vetusta aunque idolatrada Honda RC30 fue capaz de mojar la oreja a motos mucho más modernas durante las 24 Horas de Le Mans del 2009.

Y como no podía ser de otra forma, detrás de todo ello está quizás una de las mejores revistas especializadas de todo el mundo, no sólo por la calidad de lo que hacen sino por el cómo lo hacen: Moto Journal. De una idea loca, de una frase desafiante del tipo a que no hay bebos (pero en francés), parte todo.

El comienzo de todo

Moto Journal Rc30 04

Estamos a finales del 2008. Zef Enault, a los mandos de una Honda VFR750R RC30 por los alrededores de Marsella se sorprende por las bondades de una moto ya veterana. Su chasis, su facilidad para meterla en curva, etc. Empieza a fraguarse una idea en su cabeza, que no es otra que compararla con las motos actuales pero en una carrera.

Por aquella, Moto Journal ya estaba inmersa en participar en las 24 Horas de Le Mans con una Aprilia RSV4. Sin embargo, finalmente la moto de Noale no estaba disponible por lo que dijeron: ¿y por qué no correr con una Honda?

Dicho y hecho. En tres semanas y después de la ayuda del foro RC30 francés, disponían de una moto y recambios así como una segunda moto cedida por el antiguo piloto Patrick Legrand. Aun así tenían que hacerse con más piezas, algo nada fácil dada la antigüedad de la moto. Muchas llamadas y correos a EEUU para finalmente tener todo aquello que necesitarían.

El equipo, conocido como Moto Journal-Matmut, estaba formado por miembros que ya habían hecho alguna que otra locura, como por ejemplo correr el Bol d'Or con una Suzuki GSX750R de 1985 sacada de un museo para celebrar los 20 años de la saga Suzuki.

Es más, la gente se preguntaba por qué en vez de correr las 24 Horas de Le Mans (dejando a un lado las connotaciones de la RC30 y la histórica carrera), no se inscribían en el Bol d'Or. Y curiosamente era porque no podía hacerlo bajo el nombre de Moto Journal porque las 8 horas las organiza su competencia, Moto Revue. Y de hacer una locura, hacerla para que se te vea, ya salga bien o mal.

Antes de empezar y casi se quedan fuera

Moto Journal Rc30 02

Pero no iba a ser un camino de rosas para el equipo Moto Journal. En un principio iban a correr en la categoría Open con un motor de RC30 con preparación HRC. Para ello se encargó el ensamblaje del motor al mayor especialista de Francia, Brancquat. Pero su hijo Lionel no es tan fino como el padre...

El lunes reciben la moto y al revisarla encuentran que falta uno de los pulverizadores del carburador, así como una de las membranas está taladrada. Toca trabajo de taller para dejarla lista para el martes.

Primera salida a la pista con Zef Enault y un cartelito en la parte trasera que reza "en rodaje", con el fin de que otro participante no le pase por encima. Sin embargo tras cinco vueltas, la moto tiene que entrar en boxes por avería en la caja de cambios y en el motor, que lo han dejado inservible.

Comienza entonces una aventura por buscar un motor de RC30, no ya preparado sino de serie para poder correr. Tras unas llamadas a Honda France, les ceden uno de serie que lleva 20 años en un museo sin haberse arrancado.

El martes por la tarde llega el motor y, haciendo de dos motos una, empieza el trabajo de Hervé, el responsable técnico del equipo, para conseguir tener la moto lista para el día siguiente. Las dudas ya no son que el motor aguante una carrera de 24 horas, sino que sea capaz de soportar el propio rodaje. Un rodaje que tampoco han podido hacer a los frenos, suspensiones, no han hecho ningún ajuste...

Gracias a la colaboración de mucha gente del paddock que se han solidarizado con los locos de la RC30, consiguen pasar las verificaciones técnicas y estar listos para los entrenos libres, eso sí tras una sesión durísima para la moto rodando en el banco durante tres horas a 14.000 vueltas y con los escapes al rojo vivo.

Con la prohibición de irse al suelo en los entrenamientos cronometrados, pero con la necesidad de hacer el tiempo mínimo, David Dumain, Zef Enault y Laurent Cochet (nuestro entrañable Lolo) salen a pista. Las sensaciones mejoran y aunque son últimos de parrilla en el conjunto de los tiempos de los tres pilotos. Pero los mejores registros han dejado detrás alguna máquina moderna de 1.000, rodando en 1:48.831 y con un mejor registro de 1:47.989. Están a diez segundos del mejor tiempo de los cronometrados, pero con una moto de serie de hace 20 años.

¡Y arranca la aventura!

Moto Journal Rc30 01

Se da la salida. En un primer momento, la Honda CBR oficial contra la que compiten se marcha. Pero saben que no es una carrera de liebres y que la tortuga puede dar la sorpresa. Al llegar la octava hora, ruedan en 33ª posición de un total de 41, en una pista sobre la que caen chaparrones intermitentes.

Aun así ya han tenido un contratiempo que les ha penalizado 15 minutos. En uno de los relevos, Zef deja la moto que pasa a manos de Laurent que sale a pista pero a las cuatro vueltas vuelve a entrar porque no había rodado con neumáticos de lluvia. Zef toma de nuevo los mandos pero es penalizado porque debería realizar el descanso obligatorio (las cuatro vueltas evitan que se considere un doble relevo). Por ello permanecen 15 minutos en el box.

Sin embargo la lluvia también les permite rodar muy rápido e ir escalando posiciones. En un momento dado y con la RC30 en manos de David, está marcando unos tiempos de 2:05.028 mientras que las Yamaha que ruedan undécima y duodécima están haciendo peores tiempos que ellos: 2:05.850. Menos caballos y un chasis tan noble les permite ir más rápido que las potentes mil.

La llegada de la noche cae como un mazazo. El agua ha hecho estragos en la moto y cortocircuita el CDI, lo que obliga a Laurent a pegarse una caminata de 45 minutos empujando la moto para devolverla al box tras haberse parado en medio de la pista. A Zef le vuelve a ocurrir lo mismo, aunque en este caso sólo camina media hora. Para acabar, David se va al suelo en Chamin aux boeufs, lo que les obliga a estar otros 12 minutos reparando la moto. Por suerte el primo de Zef detectó una pequeña piedra bajo una de las válvulas, sino todo se habría acabado en ese momento.

Vuelta a la carrera y otra vez a boxes, en este caso porque la tapa del alternador está agrietada y la moto está perdiendo aceite que empapa el neumático. Por suerte la lluvia lo limpiaba lo suficiente para evitar que acabase en el suelo.

Rápidamente se acercan al límite: si no completas el 75% de la distancia de carrera del vencedor, no se considerará que has finalizado. Pero por suerte las últimas horas terminan sin problemas. Consiguen adelantar a la KTM y como la Metiss ha tenido que abandonar durante la noche, son los vencedores de la categoría Open y además sin llegar los últimos.

Le Mans 2010: ahora sí que sí, vamos a por todas

Moto Journal Rc30 05

Si en el 2009, de prisa y corriendo consiguieron acabar las 24 Horas de Le Mans con una moto de 90 cv escasos (lo que habrían hecho con los 140 cv del motor oficial), en el 2010 era el momento de ir a por todas.

Con el preparador Japauto como líder del equipo, un motor preparado por él y la experiencia acumulada, seguro que le iban a poder sacar los colores a más de uno. Sin embargo y para sorpresa de todos, el Team RC30 como se denominaba ese año, no es admitido por ASM 24 ACO, el organizador de las 24 Horas de Le Mans.

A pesar de que se intenta conseguir que se acepte la solicitud, el secretario de la ASM 24 ACO alega que hay muchas inscripciones y que éstas se han aceptado en función del palmarés. Curiosamente el equipo Metisse al que ganaron el año pasado, así como al de KTM que también vencieron, sí han tenido luz verde para participar. Pero ellos no y el sueño llega a su fin casi tan rápido como empezó.

Y como no podía ser de otra forma, la mejor manera de acabar esta historia es con tres vídeos que muestran lo que fue aquella aventura.

Vía | Speedzilla

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