Siendo honestos, el GP de Laguna Seca ha sido de lo más aburrido. Casey Stoner, al igual que ha hecho en todos los entrenamientos, ha dominado de cabo a rabo la carrera, dándose el homenaje de meterle ni más ni menos que medio minuto a Valentino Rossi.
Ese dato es escalofriante, y dice mucho. No le quitamos ningún mérito a Stoner, que está haciendo una temporada impecable, demostrando ser uno de los mejores pilotos de la parrilla, y encabezando junto a Pedrosa la nueva generación. No obstante, hay que admitir que esta temporada la parte mecánica está teniendo mucho más protagonismo que los pilotos. Sino, sería imposible que alguien le metiera medio minuto a alguien de la talla de Rossi.
Sobre todo están teniendo demasiado que ver los neumáticos. Por una parte, porque Bridgestone está un punto por encima de Michelin, y por otra, por la absurda nueva normativa de tener que elegir neumáticos antes de rodar, que otorga demasiado protagonismo al factor suerte. Por el bien del motociclismo, esperemos que esta regla sea eliminada para el próximo campeonato, y ya de paso, que se tome alguna medida más para dar un mayor protagonismo al piloto, como por ejemplo retirar el control de tracción, porque a este paso esto cada vez se parece más a la F1 actual.
Como decíamos, Stoner no ha tenido ningún problema para lograr su sexta victoria de la temporada, aumentando su ventaja en el campeonato notablemente, y rompiendo la maldición de la pole, según la cual ningún piloto que partiera desde la primera plaza de la parrilla, había conseguido vencer en las últimas doce carreras. Chris Vermeulen, el único piloto que fue capaz de plantar algo de cara (aunque muy mínimamente) al australiano de Ducati, terminó en segunda plaza, seguido de un Marco Melandri que sin haber estado mermado por su caída en entrenamientos, podría haber luchado por cotas más altas.
Valentino Rossi y Dani Pedrosa, máximos rivales de Stoner en el Mundial, cruzaron la línea de meta en cuarta y quinta plaza respectivamente, ambos declarando haber tenido problemas con el rendimiento de sus neumáticos Michelin.
Mientras tanto, el actual Campeón del Mundo y vencedor en las dos últimas ediciones de este GP, Nicky Hayden, terminó retirándose de una carrera en la que siempre rodó en la parte trasera, tras haber chocado en el inicio con John Hopkins.