John Surtees, la Leyenda con manos de oro
Ayer fue un día triste para todos los que seguimos el motociclismo de competición. La triste noticia del fallecimiento del piloto inglés John Surtees nos pillaba desprevenidos. Pero si hay algo por lo que nos tenemos que acordar de este británico, es por ser el único piloto en la historia capaz de ganar el Campeonato del Mundo de Motociclismo y el de Fórmula 1.
Lo suyo si eran manos, y la consecución de ambos campeonatos es la mejor prueba de ello. ¿Quién le iba a decir a él en 1934, que lograría tal hazaña? La verdad es que desde bien pequeño ya estuvo rodeado de motores y eso facilitó bastante que le picara el gusanillo.
Destinado a ser una leyenda
Nació en Tatsfield, una localidad situada a 35 kilómetros al sur de Londres, en el seno de una familia que se ganaba la vida en un negocio de venta de coches y motos. Era hijo de un campeón de sidecar y esto pudo ayudar a predecir hacia dónde tiraría su futuro: hacia las carreras.
Su trayectoria con MV Agusta tras los siete campeonatos de motociclismo le sirvió para hacerse un sitio en el asiento de un Ferrari de Fórmula 1
Compitió junto a su padre en una carrera de sidecar, que ganaron, pero cuando los oficiales de carrera descubrieron la edad que tenía Surtees, los descalificaron. Su primera carrera en solitario la hizo con 15 años de edad, participando en una competición de grasstrack. En 1951, ya ocupó sus primeros titulares cuando le plantó cara a Geoff Duke, el héroe de Norton, en una carrera celebrada en el Circuito de Thruxton.
En 1955, el jefe de Norton, le ofreció la posibilidad de correr con una moto oficial del fabricante británico y ese mismo año batió al campeón Duke en Silverstone y luego en Brands Hatch. Los problemas económicos que estaba atravesando Norton no terminaban de convencer a John y aceptó una oferta del equipo oficial de carreras de MV Agusta, donde rápidamente se ganó el sobrenombre de Figlio del Vento (Hijo del viento).
En 1956, gana su primer mundial de 500 cc, el primero en la categoría para el fabricante italiano. El hecho de que la FIM hubiese sancionado a Geoff Duke durante seis meses por participar en una huelga de pilotos con el pretexto de cobrar más, le ayudó a conseguir la corona de campeón. Al año siguiente, las MV Agusta no pudieron pelear con las todopoderosas Gilera y, aun así, Surtees terminó en una meritoria tercera posición sobre su MV Agusta 500 Quattro.
Al final del año 57, Gilera y Moto Guzzi se retiraron de los GP y ahí comenzó el dominio de Surtees y MV Agusta en las dos categorías más importantes del campeonato. Entre 1958, 1959 y 1960 ganó 32 de las 39 carreras que disputó y conquistó tres títulos de 350 cc y otros tres de 500cc. Además, se convirtió en el primer piloto en ganar el Senior TT de la Isla de Man tres veces consecutivas.
En 1970, ya retirado, montó una tienda de motos en Wickham y no se desvinculó completamente del mundo del motociclismo. Siguió participando en eventos clásicos con las motos de su colección. En 2003, Surtees fue nombrado Grand Prix Legend y pasó a formar parte del selecto grupo de pilotos que han sido Campeones del Mundo.
Surtees, el único
Si hay algo por lo que tenemos que recordar a este piloto es por su afán de superación y búsqueda de retos. No olvidemos que también fue Campeón del Mundo de Fórmula 1 y eso le convirtió en el único en poseer las dos grandes coronas que existen en el mundo del motor.
Tras cuatro años cosechando podios, en 1964 le gana el título a Graham Hill y Jim Clark en un campeonato que no se decidió hasta la última vuelta del año
Justo después de su último mundial de motociclismo y con el título de 1960 debajo del brazo, en la misma temporada debuta en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 a bordo de un Lotus, rubricando su talento con el segundo escalón del podio en la segunda carrera que disputa en el Gran Premio de Inglaterra.
Al año siguiente sólo completa tres carreras con unos resultados decepcionantes, sólo dos quintos puestos al final del año 1961. En cambio en 1962 se resarce con dos nuevos podios que para el año siguiente le valen un puesto a bordo de un Ferrari. Aquel año de 1963 consigue su primera victoria en el Gran Premio de Alemania y otros dos podios y un cuarto puesto que le sirven para acabar el año en cuarta posición de la general.
Y por fin llegó 1964. Una temporada para enmarcar en la que logra la victoria en sólo dos ocasiones pero que gracias a su regularidad consiguió imponerse a titanes de la magnitud de Graham Hill y Jim Clark, decantándose el campeonato del lado de Surtees en la última vuelta del último Gran Premio de la temporada, el de México.
Sin duda John Surtees quedará en todos nuestros corazones como una de las personas más influyentes del motor.