Después de que todos los pilotos acabasen los entrenamientos de ayer viernes en los que Maverick Viñales, Franco Morbidelli y Jorge Martín fueron los pilotos más rápidos, la lluvia sobre la que todo el paddock llevaba días pendiente hizo acto de presencia. No fueron cuatro gotas, un aguacero comenzó a descargar sobre el asfalto de Losail y sus consecuencias aún hoy continúan.
La lluvia ha amainado para presentarse sólo de manera intermitente, pero lejos de secarse, el asfalto sigue encharcado debido al agua acumulada que busca por dónde filtrarse. Con esta situación el Gran Premio de Catar es una incógnita debido a dos principales problemas: el agarre y la visibilidad. De momento Dorna ha retrasado todo el programa hasta ver cómo evoluciona el estado de la pista.
Adelantar las carreras al domingo o atrasar al lunes
Uno de los principales problemas en una pista como Catar, una pista situada en pleno desierto, es cómo actuar cuando la lluvia aparece en las cantidades que lo ha hecho. Después de jarrear durante toda la noche y parte del día incluso las carreteras de los alrededores han sufrido las consecuencias.
Equipos, pilotos, organización y suministradores de neumáticos estaban prevenidos ante la posibilidad de lluvia. Vitto Ipolito y Loris Capirossi realizaron hace semanas una prueba con lluvia artificial y dieron el visto bueno a la celebración de las carreras en mojado con iluminación artificial, pero ni mucho menos aquellas condiciones eran las actuales.
Tremenda tromba de agua sobre el circuito de Losail. Los neumáticos pasan a tener más protagonismo. #QatarGP pic.twitter.com/FAGZ7piQwa
— Movistar MotoGP (@movistar_motogp) 25 de marzo de 2017
A Marc Márquez más que la visibilidad le preocupa especialmente el agarre de la pista. El viento de los últimos días depositó sobre el trazado catarí bastante polvo que hizo de la pista durante los últimos libres una pista de patinaje, a lo que habría que sumar ahora todo este agua.
En cualquier caso, tanto Dorna como el personal del circuito están trabajando a marchas forzadas para intentar mejorar el trazado del asfalto mediante el empleo de máquinas de secado y con operarios literalmente barriendo el agua para ayudar a un secado que el propio Márquez ve casi imposible con la humedad del ambiente.
Así pues, las posibles opciones que se barajan para la celebración del Gran Premio son adelantar las sesiones de entranamientos clasificatorios y las carreras al día de mañana, domingo, arreglando el problema de la visibilidad y en caso de que el agarre sea suficiente, o bien trasladar las carreras al lunes como se hizo en 2009 si hubiera que esperar a que las condiciones de la pista se mejorasen aún más.
La decisión final se espera a lo largo de esta tarde, aunque de momento la prueba que MotoGP iba a realizar en mojado a las 16:00 hora española se ha cancelado en vista del mal estado de la pista.
Fotos | Repsol Media, Yamaha Racing
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