El duro camino de Jorge Martín hasta convertirse en Martinator: campeón del mundo de Moto3
Jorge Martín lo ha conseguido. El español tenía en el GP de Malasia la primera oportunidad de coronarse como campeón del mundo por primera vez y lo hizo de la mejor forma: ganando la carrera de Moto3 tras conseguir escaparse del grupo en los últimos giros.
Al finalizar la ceremonia de celebración del título, el propio Jorge Martín cuenta que ver a su padre llorar cuando le estaba recibiendo fue el momento más bonito del día. Muchas veces hablamos de los héroes del motociclismo pero olvidamos el sacrificio que hay detrás, no solo de los pilotos, también de sus familias, que en ocasiones son humildes. La trayectoria de Jorge es una perfecta ilustración de esto.
Un duro camino hasta Moto3
Jorge Martín comenzó sus andaduras sobre motos y circuitos con la formación de la Cuna de Campeones en 2007 cuando corría en minimotos. El español fue uno más de los pilotos que se formaron en esta escuela que le dio armas para enfrentarse a su prometedor futuro en campeonatos de alto nivel.
Un año clave para el de San Sebastián de los Reyes fue 2012 cuando debutó en la Red Bull Rookies Cup, el campeonato de promoción de KTM que acompaña al Campeonato del Mundo de MotoGP. No sería hasta 2014 cuando consiguió ganar ese campeonato y se convirtió en el único español que ha ganado ese título.
Para Martín era importante, debía ganar la Red Bull Rookies Cup para que otros equipos se fijaran en él pues provenía de una familia humilde sin los suficientes recursos para que el mayor de sus hijos pudiera acceder a un equipo pagando las cantidades desorbitadas que por entonces le exigían al madrileño 200.000 euros por una temporada, justo cuando sus padres se quedaron en paro. Necesariamente tendría que ir a una escuadra sin coste alguno y fue entonces cuando Jorge Martínez Aspar le hizo un contrato para debutar en el Campeonato del Mundo de Moto3 en 2015.
Tres años en Moto3 le sirvieron para ser campeón del mundo
El Mapfre Team Mahindra Moto3 fue su nuevo hogar durante 2015 y 2016. La Mahindra no era una moto puntera pero aun así Martín fue capaz de llevarla al podio en el GP de la República Checa en 2016 y se ganó que otro equipo, esta vez con una montura ganadora se fijara en él para 2017 y 2018.
Del Conca Gresini Moto3 le ofreció un contrato de dos años que le permitió al español seguir en el mundial con una Honda con material oficial. Martín empezó a conseguir unos resultados más que decentes. En 2017 consiguió nueve podios en 18 carreras, batió el récord de poles en un año en Moto3 y finalizó cuarto de la general.
Aunque la victoria se le estaba resistiendo, un implacable Joan Mir se había hecho dueño de la categoría y no dio su brazo a torcer. En el GP de Catalunya cuando ya saboreaba el dulce sabor del triunfo Joan Mir y Romano Fenati consiguieron adelantarle y le relegaron a la tercera plaza del podio. Pero llegó, la primera victoria de Jorge Martín llegó en la última carrera del año, el GP de la Comunitat Valenciana y era el aperitivo del dominio del español en Moto3 que íbamos a presenciar este 2018.
Martinator acepta su apodo con la corona de laureles
2018 prometía para el madrileño que había sido muy constante con esa moto la temporada anterior y en la primera carrera en el GP de Catar consiguió la que sería la segunda victoria de su vida. Después de esa vinieron seis más en Austin, Mugello, Assen, Sachserring, Motorland Aragón y Sepang, siete victorias que le han valido un campeonato del mundo.
Además, Martinator ha destacado por ser un piloto regular tanto en carrera como en clasificación. Esta temporada ha conseguido batir su récord de poles de Moto3 en un año. Mientras que en 2017 salió desde la primera posición en 9 ocasiones, este año ya lo ha hecho en 11 cuando aún falta una prueba por disputarse.
Pese a que no ha sido un camino de rosas, el madrileño ha tenido que luchar contra uno de los demonios más duros: las lesiones. El sábado del GP de la República Checa sufrió una caída que se saldó con una fractura en su brazo izquierdo. Seis días más tarde estaba disputando el GP de Australia finalizando en un meritorio tercer puesto.
En el GP de Tailandia, cuando ya estaba casi recuperado un masaje terapéutico le dejó sin movilidad en su mano izquierda, pero este contratiempo tampoco pudo parar a Martín. En su equipo idearon un guante especial basado en el que llevó Noburu Ueda en 1995 con unos tensores elásticos que le permitían abrir la mano para tocar el freno.
Todavía resta una carrera pero la temporada para Jorge Martín ya ha acabado de la mejor forma, el español ha visto reconocido su esfuerzo en un título mundial de Moto3. Además se lo ha jugado con un rival tan fuerte como Marco Bezzecchi lo que lo hace aún más meritorio. Ayer el madrileño aceptó el que viene siendo su mote esta temporada y que nunca le había gustado: Martinator.
Preparado para dar el salto a Moto2
Viendo la ambición de los pilotos en escalar categorías para llegar a MotoGP cuando antes, Martín no iba a ser menos. Cuando todavía no se sabía la espectacular temporada que iba a bordar el madrileño en 2018 el equipo oficial de KTM confió en él para firmar un contrato de cara a las dos próximas temporadas en Moto2.
Allí podremos disfrutar de Jorge Martín en 2019, aunque sus rivales van a ser parecidos pues también ascienden a la categoría intermedia algunos de los pilotos a los que se ha medido este año: Enea Bastianini, Marco Bezzecchi, Fabio Di Giannantonio, Philipp Oettl y Nicolò Bulega.
Se trata de una categoría complicada que en ocasiones ha sepultado la carrera deportiva de algunos pilotos como es el caso de Danny Kent que ascendió tras ganar su título mundial de Moto3 y este año ha sido apartado de la misma por sus pésimos resultados.