El año pasado y tras dos temporadas en Moto3 en las que literalmente le comieron la tostada, Honda decidió poner toda la carne en el asador y jugar al mismo juego que los austriacos de KTM. El gigante japonés se sentía dolido, había apostado por un campeonato y un reglamento en el que los costes se mantuviesen muy contenidos pero según él, no todo el mundo había seguido las reglas. Era el momento de ponerse una bandana con el Sol Naciente en la frente y brindar con sake como hacían las Unidades Shinpū.
Habían sido dos años duros. Segundos en el 2012 (pero ojo, como Kalex Honda, no como Honda fábrica que fueron quintos) y cuartos en el 2013 (en este caso como FTR Honda), dijeron que aumentarían la competitividad de sus monturas, y vaya si lo han hecho ya que en la clasificación general provisional de esta temporada podemos observar como tres de los cuatro primeros (Álex Márquez, Álex Rins y Efrén Vázquez) utilizan monturas japonesas.
Tenemos que remontarnos al 2001 para encontrar a Honda alzarse con la victoria en la categoría pequeña. Precisamente el año en el que Manuel Poggiali con la Gilera se hacía con el título, un tal Dani Pedrosa y Toni Elías fueron los encargados de llevar el título de constructores a la marca del ala contra toda la jauría de motos italianas o hispano-italianas (la propia Gilera además de Aprilia y Derbi).
Actualmente, Honda está delante en el Campeonato de Moto3 con 368 puntos en la clasificación, nueve más que KTM. Si hay pelea entre sus pilotos, también la habrá entre las dos fábricas por hacerse con la victoria. Los japoneses fueron también los encargados de romper este año una racha de 27 victorias consecutivas de KTM en el mundial.
Como dato curioso, la primera vez que Honda se hizo con el título de constructores de la categoría pequeña, fue en 1961 con un piloto australiano a los mandos, Tom Phillis, que había también dado la primera victoria para los japoneses ese mismo año muy cerca, en el Montjuich Park de Barcelona. También fue la primera y única vez que un aussie se hacía con el título. Si Jack Miller consigue alzarse con la victoria final y dependiendo de los resultados de los pilotos de Honda, podría arrebatarle el título. Irónico que un australiano se lo da y otro se lo puede quitar.
Si Honda lo consigue, firmarían este año un doblete después de hacerse con el título de constructores también en MotoGP hace algunas semanas en el Gran Premio de Malasia.
Vía | MotoGP e información propia