Bueno, pues por desgracia parece que algunos elementos humanos se creen por encima del bien y del mal, y un conflicto deportivo dentro de una pista cerrada ha saltado por los aires hasta cruzar los límites de la razón. David Emmet, un referente internacional periodísticamente sobre motociclismo, lanzaba unas horas un tuit que es un auténtico despropósito.
He recibido una llamada del dueño de un sitio web esta noche. Ha recibido amenazas de muerte por publicar simples noticias como las declaraciones de Mike Webb. Una locura
Ya se que este tipo de salvajadas son hechos aislados orquestados por gente a quienes la neurona no les ha pasado la ITV, pero no deja de llamarme la atención cómo un hecho puntual haya podido encender los ánimos hasta este punto. Esto es algo muy serio.
Especialmente porque el peridista amenazado no tiene culpa de nada. Matar al mensajero nunca es la solución de ningún conflicto, pero menos aún de este.
Pero no es lo único desconcertante de los últimos días previos a la carrera de Cheste, porque ayer mismo Diego Lacave se hacía eco de que el próximo Gran Premio de Valencia estaba declarado como evento deportivo de alto riesgo. Confío en el espíritu de los moteros, y dudo que las cosas se salgan de madre, pero nunca se sabe.
Nunca habría pensado que fuera posible ver aficionados de un piloto u otro enfrentándose, entre los mismos pilotos otra vez como en la época de Garriga y Pons, o que las gradas tengan que estar vigiladas por las autoridades por lo que pueda pasar. Pensé que como sociedad habríamos evolucionado en las últimas décadas, pero no.