Después de 42 años de ausencia en el Campeonato del Mundo de Motociclismo, una marca mítica como MV Agusta recuperará la senda de las carreras al más alto nivel lanzándose a la aventura de correr en la categoría de Moto2 como fabricante de chasis.
Esta nueva etapa de la marca de Varese es un punto de inflexión en su estrategia deportiva buscando la gloria proveyendo al equipo italiano de chasis que tendrán que verse las caras con los nuevos motores tricilíndricos Triumph de 765 cc, similares a los equipados en su gama de deportivas F3, tanto de 675 cc como de 800 cc.
MV Agusta y el Fordward Racing contra la horda de Moto2
El nuevo bastidor concebido para la MV Agusta F2 (que es como se ha denominado al prototipo de Moto2) está realizando en la combinación ya típica de la marca con placas de aluminio mecanizado en la parte trasera y una sección multitubular de acero que llega hasta la pipa de la dirección.
MV Agusta también es responsable de la fabricación del basculante, realizado en una pieza de aluminio mecanizado y refrozado con láminas de aluminio moldeadas a presión. Para las suspensiones se ha recurrido a material de primera calidad de Öhlins así como llantas de magnesio forjado de OZ.
Toda la carrocería estará fabricada en fibra de carbono, con una pieza delantera muy aerodinámica y una toma de aire frontal para el ram-air de forma romboidal que recuerda a los faros de las deportivas de Varese. El guardabarros delantero es envolvente, igual que el de las Kalex contra las que tendrá que reñirse la próxima temporada.
Tal y como te contamos hace unas semanas, este giro en el planteamiento deportivo de MV Agusta busca una mayor repercusión mediática en un certamen con una audiencia muy superior al WSBK (pese a la debacle de audiencias), dejando posiblemente en dique seco al proyecto de Superbikes y a Jordi Torres, quien sólo tiene contrato hasta finales de 2018 y según su director deportivo actual puede que ni siquiera acaben la temporada.