Los días de gloria de las motos británicas

Los días de gloria de las motos británicas
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Si hoy tienes libre una hora de tu tiempo te recomiendo que tomes asiento y te prepares para ver un excelente documental sobre la historia de las motos británicas. Aunque no hables inglés, lo esencial, que son las motos no hablan ningún idioma.

Porque gracias a este documental realizado por la BBC podemos conocer los tres momentos más importantes del mundo de la moto en el Reino Unido, empezando por el principio del siglo XX, pasando por la Segunda Guerra Mundial y acabando en el fenómeno Mod y Rocker de los años sesenta del siglo XX. En la actualidad el mundo de las dos ruedas está dominado por fabricantes de otros países, pero la base del motociclismo actual se fraguó en esa isla en la que cuando no llueve hay niebla y cuando no llueve en medio de la niebla.

Aunque la historia de la motocicleta no empieza concretamente en el Reino Unido, este país tiene una importancia muy grande. Ya en los años del Siglo XX las motos se empezaron a desarrollar como un elemento de trabajo que sustituida a las caballerías. Y aunque aquellas motos primitivas estaban concebidas más como elemento de ayuda mecánica, casi desde el día 2 tras su invención hubo alguien que quería competir con ellas contra/junto a sus amigos.

Motos británicas documental

Uno de los primeros exponentes del motero actual podríamos decir que era T.E Lawrence, el mítico Lawrence de Arabia. Que disfrutaba de sus míticas Brough Superior por las primitivas carreteras, sin límites de velocidad, de la campiña británica. Su moto era el paradigma de las motos deportivas de la época, las Brough Superior, fabricadas con los más altos estándares de la época persiguiendo ser el Rolls Royce de las dos ruedas.

Pero T.E Lawrence, no sólo fue un modelo del explorador aventurero al que le encantaba la velocidad. Tras su muerte en un accidente de tráfico en el que las heridas en la cabeza le causaron la muerte. Se empezó a investigar en los cascos como elemento de protección del motorista. Algo que ha llegado hasta hoy.

En aquel momento de paz entre las dos Guerras Mundiales se produjo también una división entre los usuarios de motos y los de coches. Mientras los últimos eran considerados los señores de la carretera, y vestían impolutos monos blancos, los moteros se decantaron por el cuero negro y cierta imagen de aventureros anti-sistema.

En esa época también se vivió el esplendor de una carrera mítica, el TT de la Isla de Man. Una carrera en la que las mecánicas eran llevadas al límite. Igual que la fortaleza de los pilotos que se pasaban varias horas sobre la moto, rodando a toda velocidad por carreteras que no eran más que caminos pavimentados. Tal era la repercusión de una victoria en aquella carrera que incluso la propaganda nazi se fijó en ella y desplegó todo su poderío industrial en la carrera de 1939. Pero en pocos meses llegó la Segunda Guerra Mundial y el esfuerzo industrial se centró en otros objetivos.

Mensajero militar

A pesar de que los principales esfuerzos durante la guerra estaban centrados en lo militar, las motos también fueron militarizadas. Durante esos años se llegaron a fabricar 400.000 motos en el Reino Unido. Esas motos principalmente se utilizaban en trabajos de enlace y comunicaciones. Con pilotos que debían enfrentarse en solitario al enemigo, ser capaces de conducir campo a través y orientarse en medio de ningún sitio con rudimentarios mapas.

Tras la guerra muchas de aquellas motos quedaron sin uso, con lo que el público en general tenía acceso a un medio de transporte relativamente barato. Así llegó el boom de la moto en el Reino Unido. Aunque no era fácil conducir aquellas motos a toda velocidad por las carreteras de la pos-guerra sin que se cayese ninguna pieza en el intento. Los más jóvenes se vieron por primera vez con dinero en el bolsillo y un objetivo que conseguir en el horizonte. De ahí a nacer el mercado de la moto sólo había un paso.

Aunque aquellos jóvenes lo que buscaban era integrar una sociedad que no tenía mucho que er con la que conocían hasta aquel momento. Un claro ejemplo fue el éxito que tuvo la película El Salvaje con Marlon Brando. Tras ese éxito muchos jóvenes empezaron a vestir como Brando en la película y se empezaron a agrupar en bares como el Ace Cafe de Londres. Acababa de nacer el movimiento Cafe Racer y los Ton Up boys. Aquellos que personalizaban las motos a su manera, y buscaban conducir sus motos lo más rápido por las carreteras al norte de Londres.

Rocker

Aunque la seguridad no era precisamente su punto fuerte, en los años sesenta cayeron cerca de 14.000 jóvenes (de menos de 24 años) en accidentes de tráfico. Eran muchos los que no usaban casco por seguridad, sino como elemento decorativo y de protección contra las inclemencias. La imagen que daban aquellos empezó a verse como un problema hasta que llegó el Club 59, regentado por los párrocos Bill Shergold y Graham Hullet. Con sus actividades sociales consiguieron lavar en cierta medida la mala imagen de los Rockers en la época.

Pero la sociedad evolucionaba, y aparecieron los MOD. Una nueva tribu de jóvenes que vestían traje y conducían Scooter italianos. Una corriente que ofrecía una imagen más europea de los moteros, pero que también se vio implicada en algunas peleas callejeras con los Rockers de la época y tampoco ayudó a mejorar la imagen de la moto.

En definitiva, unas cuantas décadas que vieron el nacimiento, desarrollo, apogeo y decadencia de la industria de la moto en el Reino Unido. Coincidiendo con un dominio de sus motos en el mercado mundial y en la mayoría de las competiciones deportivas de la época. Como ya he dicho antes, te recomiendo que te pongas cómodo y disfrutes de este documental de la BBC.


The Glory Days of British Motorbikes... por couchtripper

Vía | Cyril Huze blog

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