La ley Anti-Tuning ya está aquí

La ley Anti-Tuning ya está aquí
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El pasado mes de diciembre Vander, uno de nuestros lectores, nos pasaba una circular que había enviado BMW a sus concesionarios en la que se avisaba que en cuanto entrase en vigor el nuevo reglamento de reformas de vehículos íbamos a tener que homologar cualquier cambio (por mínimo que fuese) que se realizase en nuestros vehículos. Esto venía propiciado por el cambio de la antigua ley 736/85 al nuevo Real Decreto 866/2010. Conocido este último con el sobrenombre de Ley Anti-Tuning. Hace unos días Mucky también nos recordó la entrada en vigor de esta ley, pero hemos tardado un poco en publicar esta noticia porque recabar la información pertinente no ha sido tarea fácil.

La filosofía de este nuevo Real Decreto es que si todo lo que compramos tiene una marca CE garantizando su conformidad con las leyes europeas, en los vehículos también hay que conseguir lo mismo. Así cada una de sus partes debe cumplir con las leyes nacionales, en correspondencia con las directivas europeas. Dicho de otra manera, si yo me compro un vehículo al que le han realizado pruebas de atropello de peatones no puedo cambiarle el paragolpes por otro que quede más bonito pero no haya pasado por esas pruebas de homologación.

¿Y cómo afecta esto a las motos? Pues leyendo el reglamento parece que poco y mucho a la vez. Me explico. Si tu compras una moto nueva y en el concesionario de la marca te instalan unas maletas, un asiento o unas defensas homologadas por la marca en buena lógica será cosa del concesionario añadir a la ficha técnica esas variaciones que estás haciendo en la moto. Normal si te estás dejando un dineral en una moto nueva.

Taller casero

Pero si lo que haces es comprar en una tienda de accesorios las mismas piezas necesitarás o sólo certificado del taller que te lo haya montado, o además, el informe del laboratorio de industria o el del fabricante del vehículo, o además, un proyecto de un ingeniero dependiendo de lo importante que esté catalogada la modificación. Para los más morbosos o con interés podéis descargaros el PDF con el BOE de la nueva ley y dedicarle un rato a leeros lo que dice en sus escasas 10 páginas.

Según me han comentado especialistas en el tema de las reformas, esta ley no le ha gustado a casi nadie, porque por un lado los fabricantes querían hacerse con el mercado de los accesorios, y no han podido. Los tuneadores ven peligrar su negocio, ya que ahora cualquier trámite ha triplicado su precio. Los carroceros ya no ven futuro a su medio de vida, porque les ponen más trabas y vigilancia a su trabajo. Los únicos que parecen estar satisfechos con esta ley son los laboratorios de industria que ahora tienen la sartén por el mango ya que son los que decidirán el nivel de una reforma y por lo tanto el montante de la factura final.

Shinya Kimura con su MV Agusta

Por suerte la ley entró en vigor el día 14 de enero con una moratoria para que no se aplique todavía En la Comunidad Valenciana que es dónde vivo y dónde me he informado del tema, en el resto de España tendréis que preguntar a ver que han decidido los mandamases. Más que nada porque nadie tiene claro cómo llevarla a la práctica. Aunque como reza el famoso dicho “cuando el río suena….”

Sigo teniendo la impresión de que nuestros legisladores van a un ritmo y el país va a otro, porque no puedo entender cómo son capaces de echar a la calle una ley que se carga de un plumazo la industria de accesorios y buena parte de los talleres que se dedican a las transformaciones en medio de una situación económica como la que tenemos en la que ganarte cuatro euros supone diez veces más esfuerzo que hace unos años. Y ya no cuento el papeleo que vamos a tener que hacer para cambiar los espejos en una moto.

Fotos vía | Bottpower; Motorcycle picture of the day; Shinya Kimura

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