Por fin, un día soleado en este invierno lluvioso

Por fin, un día soleado en este invierno lluvioso
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¡Vaya invierno que llevamos este año! Llueve y llueve y vuelve a llover como hacía años que no pasaba. Un día sí y al siguiente también. El traje de agua ya forma parte del equipamiento diario para ir a trabajar cada día en la moto. Una cosa es ir a trabajar cada día (¡qué remedio!) pero otra diferente es salir a dar una vuelta en moto conscientemente cuando está lloviendo.

Esta semana no ha sido diferente al resto de invierno. Ha llovido cada día desde el lunes. Un rayo de esperanza cuando el martes las previsiones del tiempo mostraban un sorprendente sol para el sábado. Así que programamos una salida matinal con algunos amigos del Foro MT. Ayer viernes llovió duramente sobre la ciudad. Al llegar la noche, cayó una fuerte granizada y llovía con fuerza. ¿Y hoy?

Esta mañana, al menos en Barcelona, hay un día luminoso con un sol radiante. ¡Olé!. Perfecto para las ganas de moto acumuladas. Puntualmente a las nueve de la mañana en la gasolinera habitual me encuentro con Ferran y Sergio. Seremos tres motos, dos Yamaha MT-03 y una KTM 640 Duke. Nos espera una matinal intensa de curvas. Los moteros somos un poco como las lagartijas: salimos con el sol, y desde primera hora de la mañana se ven numerosas motos.

Salimos hacia Castelldefels. A pesar del sol, todavía hay numerosas humedades y algunos restos de las granizadas en las cunetas. Así que nos dirigimos de entrada a una carretera con sol asegurado, en dirección al monasterio budista de la Plana Novella. Las vistas sobre las playas de Castelldefels son espectaculares: las lluvias han limpiado la atmósfera y hay una gran luminosidad. A medida que avanza la mañana va subiendo la temperatura.

Subimos hacia Olivella por una pista asfaltada y ratonera. Paramos a desayunar en una terracita al sol. Este día parece una tregua, puesto que mañana vuelven a anunciar lluvías para un montón de días. Camino a Sant Pere de Ribes y Canyelles todavía encontramos las últimas humedades que veremos hoy. Llegamos hasta Vilanova para encarar una carretera motera clásica de la zona: la carretera del Pantano de Foix. Una carretera deliciosa que me encanta. En esta zona ya son muchísimas las motos que nos encontramos.

Y para regresar a Barcelona elegimos otra carretera clásica de la zona, la que va de Avinyonet a Begues. Una carretera para disfrutar. Las humedades ya son solo un recuerdo matinal. El tráfico no es excesivo y se puede disfrutar bien del trazado. Ya solo quedaba bajar a Gavá y hacer la entrada de rigor a Barcelona a 80, pasito a pasito.

Una completa matinal de 150 kilómetros en el único día soleado en el invierno más lluvioso de los últimos años. Está claro que había ganas de moto entre la gente y nos hemos encontrado todo tipo de motos: customs, naked, deportivas, grupos mixtos y hasta algunas scooters. Y como nos apasiona montar en moto me ha apetecido compartirlo aquí con vosotros: seguro que muchos también habéis aprovechado la tregua que nos ha dado hoy el frío y el agua para salir en moto.

¡Nos vemos en la carretera!

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